Las cosas pintaban mal. Se ha producido una muerte anunciada. Tras diez años de matrimonio político la Coalición Regionalista rompe sus lazos de unión con el Partido Socialista Obrero Español de Extremadura y las siglas electorales PSOE-Regionalistas se quedan sin su apellido.
La lucha emprendida por los regionalistas en favor de conseguir que se bajara el porcentaje necesario para obtener reperesentación parlamentaria, propuesta que no fue bien acogida por el PSOE, la corriente de opinión dentro del seno regionalista por entender que los postulados en defensa de lo que sirempre fue el regionalismo en Extremadura no llegaban a buen término y la sensación de estar siempre bajo la sombra y el amparo del PSOE parecen haber sido las razones que ha llevado a la Coalición Regionalista a decir "hasta aquí llemos llegado".
Hace diez o doce años corrían tiempos difíciles para el regionalismo en Extremadura, su representación quedaba reducida a un puñado de alcaldías, concejales diseminados por la región pero sin representación en instituciones como diputaciones provinciales y menos aún en la Asamblea de Extremadura. La creencia por parte de algún sector del regionalismo de que uniéndose o pactando con PSOE la voz del regionalismo puro tendría eco a partir de esta plataforma o coalición, hizo que ese pacto conviviera durante diez años pero ahora parece que este objetivo no se consigue y se llega a la ruptura.
Mantener estos pactos es muy difícil, en ambas orillas surgen diferencias, el grande no deja respirar al pequeño, en el grande hay algunos que no obtienen cargos por dejárselos para el pequeño, el pequeño quiere salir a flote y así hunde un poquito al grande y a partir de aquí "La batalla de San Quintín". Es un matrimonio de conveniencia, no es un matrimonio por amor.
Antes de llegar estos pactos, fuí miembro activo del Partido Regionalista Extremeño, miembro fundador, miembro del Comité Ejecutivo Regional, concejal en mi pueblo, presidente de las Juventudes y todavía com mucho recorrido por delante decidí dar un paso atrás y fueron los miembros de las Ejecutivas Regionales siguientes los que decidieron pactar y así ha sido durante esta última decada.
Valga recurrir al refranero popular para ofrecer mi humilde opinión "más vale ser cabeza de ratón que cola de león".
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